La hoy galardonada con el Premio Castilla y León Emprende destaca la naturalidad de los rasgos diferenciadores de Cerealto Siro Foods

Lucía Urban López, Vicepresidenta de Cerealto Siro Foods y Fundación Grupo Siro, es una persona de verbo fácil y atrayente. En su discurso su convicción atrapa, y es que solo así, siendo convincente, ha podido liderar –como «satélite», dice, recordando el mérito de Juan Manuel González Serna– un proyecto fuerte como es el de Cerealto Siro Foods, nombre resultante de la fusión de Cerealto y Grupo Siro producida el pasado mes de noviembre y que, pese a esa gran fortaleza, pasional y con valores muy arraigados, como los que denotan las referencias al «corazón» de la que hoy será galardonada en Valladolid con el Premio Castilla y León Emprende. La naturalidad también es suya: con ella explica que el 45% de los empleados de su empresa son mujeres, como el 50% del comité de dirección, así como que entre sus 5.000 trabajadores hay unos 600 con capacidades especiales.

–¿Cómo recibe la noticia de este premio por su emprendimiento?

–Es toda una sorpresa, porque es la primera vez que me reconocen como impulsora de un proyecto común como es la empresa que fundamos mi marido, Juan Manuel González Serna y yo hace 28 años.

–En su trayectoria ha destacado no solo por emprender, sino también por seguir formándose, evolucionar y expandir su marca. ¿Dónde cree que ha estado la clave de este crecimiento?

–En el corazón. Cuando ves que con la formación de que dispones tienes una empresa con 78 personas de las que eres responsable, tienes que ser capaz de sacar del corazón lo que no sabías que tenías. En lo personal me sirvió para darme cuenta de que con mi formación me encontraba fuera del mercado de mi responsabilidad. Necesitaba estar a la altura no como responsable ejecutivo, sino por toda la responsabilidad que conlleva tener detrás de mí a 5.000 personas. Más allá de la formación, es importante tener una dirección clara y definida y un buen equipo, que formamos mi marido y yo, principalmente. Él es el impulsor del proyecto, del que formo parte con convencimiento y por ilusión. Jamás había imaginado un desarrollo como este y ser parte de él como un satélite.

–¿Dónde diría que está la fórmula para emprender con éxito?

–Tres palabras: formación, coraje y trabajo. Aquel que piense que para emprender basta con un método de un libro está muy equivocado. Hay que tener un sueño, una vocación, y a partir de ahí, tirar para adelante para ponerte al frente de tu vida y de todo lo que puedas generar a tu alrededor. Ese es el camino.

–¿Por qué Cerealto Siro Foods apuesta por la integración de personas que se encuentran en riesgo de exclusión social?

–Creíamos que teníamos una obligación moral de hacer algo así. Hace casi 20 años la Fundación Once nos propuso que contratáramos a una persona con capacidades especiales y sacamos una oferta en periódicos locales para una empresa en la que íbamos a contratar a 25 personas. Se presentaron 1.200 solicitudes en un entorno de 40 kilómetros. Sirve para darse cuenta de lo desinformada que está la sociedad ante necesidades de un grupo de personas que son capaces de superar barreras para contar con su propio de trabajo y desarrollarse como personas. No se trata de algo relacionado con la caridad, sino del desarrollo profesional de personas. Un compromiso rentable y sostenible en el tiempo con personas con capacidades diferentes.

–Su empresa siempre ha sido ejemplo de igualdad y de integración de la mujer en el ámbito laboral. ¿Considera enraizado en ella el feminismo tan en boga en la actualidad o lo ve como algo natural?

–El concepto de mujer como un alto cargo de una empresa y el de mujer emprendedora han cambiado en los últimos 30 años. En la actualidad la mujer tiene acceso a una educación, puede conciliar su vida familiar con la laboral… No es necesario creer que somos heroínas; la persona que vale, vale. Nosotros seleccionamos a los empleados por su talento y talante; por su conocimiento y actitud ante la vida. Aquí cabemos todos. El techo de cristal depende del coraje que tú tengas y de cómo quieras organizar tu vida para no quedarte atrás.

–Usted es un referente femenino para el emprendimiento en Castilla y León. ¿Cómo invitaría a emprender a quien dude, sea hombre o mujer?

–Si tú tienes un buen proyecto, los bancos y las instituciones te van a apoyar. Si eres líder y fundador del negocio, tienes que ser consciente de que te tienes que dejar la vida por él, sin ser fatalista. Porque nadie te va a quitar esa gran responsabilidad que vas a adquirir. Yo invitaría a que lo hiciera todo aquel con habilidad para apoyarse en las personas que le puedan ayudar, que tengan una idea buena y el sentido común para fijar la meta a la que quiere llegar.

–¿Hay talento y capacidad para seguir emprendiendo en la región?

–Por supuesto. Siempre pensamos en lo negativo, pero si tuviéramos estadísticas de la cantidad de gente que emprende y tiene éxito a buen seguro no veríamos las cosas tan mal. Desde las instituciones tienen que ayudar y promover que la gente del mundo rural, que tiene corazón y coraje sea capaz de acceder al mercado.

Fuente: El Norte de Castilla

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