Nuestra sede
Años después, la Fundación Grupo Siro, ha logrado revalorizar y dignificar las ruinas del Monasterio de San Pelayo de Cerrato, a la vez que ha contribuido al desarrollo de la comunidad local.
Hoy en día, el Monasterio es un monumento único y sede de la Fundación Grupo Siro, que respira la tradición de sus más de 1.000 años de historia y la modernidad de un edificio plenamente conectado.
Generando valor en la Comunidad
Con el cuidado y el cariño de quién conoce la tierra, el Monasterio de San Pelayo ha sido rehabilitado por empresas locales de cantería, ebanistas, talleres de forja… todos ellos oficios tradicionales, entendiendo la protección del patrimonio desde el origen.
Rafael Manzano Martos
Como defensor de los mencionados valores, Rafael Manzano Martos fue ganador del Octavo Premio Richard H. Driehaus de Arquitectura Clásica, concedido en los Estados Unidos en el año 2010 y promovido por el gran mecenas norteamericano Richard H. Driehaus a través de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Notre Dame de Indiana. Este premio está considerado como uno de los reconocimientos más importantes del mundo a una trayectoria profesional vinculada a la Arquitectura Tradicional y Clásica y a la Restauración.
Coincidiendo con la entrega del mencionado premio en los Estados Unidos, Richard H. Driehaus anunció la creación de un nuevo premio en defensa del patrimonio urbanístico español y de las tradiciones arquitectónicas españolas, que se amplía desde el 2017 al territorio portugués: el Premio Rafael Manzano de Nueva Arquitectura Tradicional.
Ha sido catedrático en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Sevilla desde 1996, donde también fue Director-Decano desde 1974 hasta 1978. Ha impartido conferencias en diversas universidades nacionales e internacionales.
Antonio Conejero Urbán
Como experto en Dirección de Empresas Inmobiliarias, MBA por el IESE y UNAV, ha impartido conferencias, jornadas y congresos nacionales e internacionales en países como Italia, Finlandia, Estados Unidos, España, Alemania e India.
Entre sus proyectos ejecutados se encuentran: el edificio de i+dea, un centro privado de investigación y desarrollo puntero en Europa, el edificio de oficinas centrales de Grupo Siro en Venta de Baños, Palencia, además de varios edificios industriales del Grupo. Proyectos y ejecuciones de viviendas en Madrid, Palencia, Valencia y Valladolid. Y numerosos proyectos de rehabilitación como el de la Casa de los Duques de Buendía y la Rehabilitación Completa de la Plaza del Mercado, ambos en Dueñas, Palencia.
Antonio es, además, Board Member del Family Business Network y Presidente del Executive Committee del FBN y del Forum del Instituto de la Empresa Familiar.
Los orígenes del Monasterio de San Pelayo:
Existe constancia documental del Monasterio de San Pelayo de Cerrato desde el año 934, cuando Don Oveco Díaz junto a su esposa Doña Gutina, donan en testamento al abad Pedro y su comunidad de religiosos de San Benito el lugar de Valdeavellanos, para erigir un monasterio, al que llamarán de San Pelayo de Cerrato, en honor al mártir. En esa época, en el Cerrato palentino tuvo lugar una intensa vida asceta, principalmente eremitas que moraban en cuevas, como probablemente ocurriera en la localizada en San Pelayo, abierta al valle del arroyo Maderón.
Los avatares históricos de San Pelayo de Cerrato tienen su inicio a partir de la reorganización del Cerrato en tiempos del Rey Astur Alfonso III el Magno (866- 910). Fundada la Orden Premostratense en 1145, el monasterio comienza a formar parte de la congregación. En el siglo XVI el Capítulo Provincial funda en este emplazamiento el colegio de Humanidades permaneciendo hasta el siglo XVII como estudio de filosofía.
Si bien, durante buena parte de la Edad Media fue uno de los Monasterios más florecientes en Castilla. Posteriormente, la Crisis Bajomedieval del S. XIV y la decadencia económica que afectó a Castilla a finales de S. XVI terminaron con el esplendor del Monasterio.
El ocaso llegaría con su desamortización en el S. XIX, cuando se comienzan a vender la totalidad de sus posesiones, a pesar de haber sido declarado Bien de Interés Cultural, además del propio edificio que se convierte en un yacimiento expoliado de piedra.